Y al creer que me engañaba decidí jugar su mismo juego. La rutina se había adueñado de nuestras vidas. También quería asumir riesgos y disfrutar de nuevas pasiones. Sería la manera de cómo fluir con el momento. No me gustaba ser la loca-celosa-espía-amargada-y-sufrida. Prefiero cero dramas en mi vida.
Y así fue como decidí tener un amante.